Mi hermano es un ser noble,

con un alma divina y aunque

mi alma está de luto; tengo la

certeza de que lo tienes de tu lado.

Porque, Señor,

Tú reconoces la divinidad

de los Espíritus.

 

Bendice su espíritu aún más,

como lo hiciste en vida.

Por ello elevo estas plegarias

de oración al cielo.