Santísima Virgen de Guadalupe, te escribo desde Penco, Chile, para pedirte el milagro que sanes a mi pareja de los celos y las desconfianzas infundadas que siempre tiene de mi persona, y que se han transformado en una pesadilla el último tiempo, y que no nos dejan vivir en paz. Yo lo amo profundamente, y jamás le he fallado, por lo que te ruego que vuelvas a reestablecer  entre nosotros la paz, el amor y la alegría, y que lo sanes para siempre de su alma. TE LO RUEGO MI AMADA VIRGENCITA.