Santísima Virgen de Guadalupe,

Madre amorosa y consuelo de los afligidos,

hoy acudimos a ti con fe y esperanza,

para encomendar a nuestros hermanos difuntos a tu maternal intercesión.

 

Tú que estuviste al pie de la cruz y conoces el dolor de la separación,

acompaña a las almas que han partido de este mundo,

y llévalas ante tu Hijo Jesús,

para que les conceda el descanso eterno.

 

Consuela también a los que quedamos aquí,

dándonos fortaleza y paz en medio del dolor.

Virgen de Guadalupe, Madre de la vida,

ruega por ellos, ruega por nosotros,

y guíanos siempre por el camino que conduce al cielo.

 

Amén. Santísima Virgen de Guadalupe,

Madre amorosa y consuelo de los afligidos,

hoy acudimos a ti con fe y esperanza,

para encomendar a nuestros hermanos difuntos a tu maternal intercesión.

Tú que estuviste al pie de la cruz y conoces el dolor de la separación,

acompaña a las almas que han partido de este mundo,

y llévalas ante tu Hijo Jesús,

para que les conceda el descanso eterno.

Consuela también a los que quedamos aquí,

dándonos fortaleza y paz en medio del dolor.

Virgen de Guadalupe, Madre de la vida,

ruega por ellos, ruega por nosotros,

y guíanos siempre por el camino que conduce al cielo.

Amén.