Para que nos devuelvan lo perdido.
Escribe Santísima Virgen María de Guadalupe, Madre mía y nuestra, que en tu casita del Tepeyac, afirmaste con tu hermosa palabra que allí escucharías el clamor de tus hijos, nuestro llanto, nuestras penas, nuestra tristeza, -y no pusiste condición alguna-, y remediarías, curarías todas nuestras diferentes penas, miserias y dolores; os busco, os...